Etiopia no es un desierto. Y, sin embargo, sus gentes se mueren de sed.
Wukro no es una gran ciudad pero sí todo un referente a escala mundial de SOLIDARIDAD. Y ello gracias a proyectos personales como el que lleva a cabo el misionero español Ángel Olarán. En la foto algunos de los más de un millar de huerfanos que este vasco ha sacado de la calle proporcionándoles hogar, familia e ilusion.